El olvido que seremos escrito por Hector Abad Falciolince es una novela autobiografica, publicada en
2005, sobre su familia centrada especialmente en su padre, el Dr. Hector Abad
Gomez, quien fue un importante médico especialista y pionero en Salud Publica
en Medellin, Colombia entre los años 60 y finales de los 80 (hasta que la
violencia de este pais lo asesino).
Pero, antes de nombrar entre las principales actividades que
en vida promovió por el desarrollo de la Salud Publica en Colombia, una de las
principales facetas que el autor describe de una forma tierna (y que en mi no
dejó de inspirarme), sin dejar de lado la reflexion objetiva de su pensamiento
y personalidad, fue su faceta como un padre amoroso y ejemplar, el cual fue una
influencia determinante en el escritor y que retrata en los primeros capitulos
del libro.
Ya desde estudiante, Hector Abad Gomez mostro una apasionante
inclinacion hacia la defensa de los derechos humanos y hacia el estudio de los
estandares minimos para la preservacion de la salud y la prevencion de la
enfermedad como lo era el establecimiento de fuentes de agua debidamente
tratadas para el consumo humano, un sistema de alcantarillado y un plan de
educacion comunitaria en normas basicas de higiene y prevencion para la poblaciones marginadas de las comunas
pobres de Medellin.
Asi empezó una serie de importantes labores de
responsabilidad social en promocion del mejoramiento de los determinantes de la
salud, del estimulo de la observacion critica de los condicionantes de la
calidad de vida y de la denuncia de la
negligencia e ignorancia de las autoridades de turno frente a la problemática
social vigente.
Fue un critico de la forma en que generalmente se ejercia y se enseñaba la profesión médica en la epoca, debido a que no se
tenia en cuenta al paciente como un ser integro constituido por una esfera
biologica-organica, una mental-emocional y otra social-medio ambiental. A su
pesar, observaba que los profesionales de ese tiempo se concentraban en la
manifestacion clinica y el manejo sintomatico de la enfermedad, sin prestar una
adecuada atencion a las diversas etiologias de dicha morbilidad, llevando a que
no se crean planes eficaces de prevencion. A su vez, tenia en cuenta al
fenomeno de la violencia, como un importante factor que afecta la salud y
calidad de vida de la sociedad.
A lo largo de su carrera y como muchos hombres carismaticos,
sabios e influyentes del pais (y diria de muchos ejemplos en el mundo),
adquirió muchos criticos y adversarios, no solo desde el campo medico sino
tambien en el politico y religioso, quienes se veian correctamente aludidos por
sus denuncias y temerosos por la reproduccion de su ideologia progresista pues
justamente iba en contra de sus intereses particulares y que buscaban callar
por distintos medios, como la difamacion y las amenazas, hasta que finalmente
lo lograron, por medio de extremistas, con su asesinato.
En parte, en varias ocasiones debido a lo anterior y a una
fuerte conviccion en sus ideales, el Dr.Abad Gomez llego a trabajar con la OMS
como consultor medico internacional (sirviendole al tiempo como asilo temporal)
en Washington, Lima y en diversos paises del oriente como Indonesia, Filipinas
y Malasia donde pudo continuar sus labores en favor de grupos marginados. Entre los proyectos en materia de salud que
se le pueden atribuir, esta la creacion del año rural obligatorio para los
medicos recien graduados, las llamadas “promotoras” rurales de salud”
(compuesta por mujeres lideres comunitarias) y las primeras campañas masivas de
vacunacion antipoliomielitica. Fundador de la Escuela Nacional de Salud
Pública, hoy Facultad Nacional de Salud Pública, que lleva su nombre. Llego a
ser conocido como el “Apostol de los derechos humanos” dedicandose en sus
ultimos años al comité de derechos humanos de Antioquia.
Estos y otros interesantes aspectos de la vida del Dr.
Hector Abad Gomez, su familia y la influencia que ejercio a rasgos generales en
el clima social, politico y cultural de la historia nacional son los que
descubriras en el relato que nos brinda su autor, en un relato desgarrador,
apasionante y placentero, que en mi caso, dejo una marca inspiradora.
El pensamiento del protagonista de esta narracion, puede
verse plasmado en parte, en la recopilacion de escritos que su hijo publicó en
el libro titulado “Manual de Tolerancia”, en el que se aprecia una sabiduria
admirable.
Sobre su autor:
Nació en Medellín, Colombia en 1958. En esta ciudad realizó
estudios —todos inconclusos— de medicina, filosofía y periodismo. Después de
ser expulsado de la Universidad Pontificia Bolivariana (por un artículo
irreverente contra el Papa) viajó a Italia, donde se graduó en literaturas
modernas. Regresó a Colombia en 1987, pero ese mismo año, después de que los
paramilitares asesinaran a su padre y de recibir amenazas contra su vida, se
refugió en Italia, donde fue lector de español hasta 1992. Nuevamente en
Colombia, trabajó como traductor del italiano e inició su carrera de escritor.
Ha publicado diversas novelas: Angosta (Seix Barral, 2004), Asuntos
de un hidalgo disoluto (1994),Fragmentos de amor furtivo (1998)
y Basura (2000), con la que obtuvo el Primer Premio de Narrativa
Innovadora de la Casa de América de Madrid. Ha publicado además un libro de
cuentos, Malos pensamientos (1991); de viajes, Oriente empieza
en El Cairo (2001); un diccionario personal, Palabras
sueltas (2002), y un libro de género incierto, Tratado de culinaria
para mujeres tristes (1996). En noviembre del año 2006, publicó su libro
más celebrado, El olvido que seremos, en donde revive la historia de su
padre, el doctor Héctor Abad Gómez, y las circunstancias de su asesinato. Por
este libro ha recibido premios en Lisboa y en Washington.Su obra ha sido
traducida al inglés, italiano, alemán, portugués y griego. Actualmente es
columnista y asesor editorial del diario El Espectador. Colabora también con El
País de Madrid, el NZZ de Zurich, y otras publicaciones nacionales e
internacionales.
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