viernes, 18 de abril de 2014

El Olvido que seremos: El relato de un hombre admirable


El olvido que seremos escrito por Hector Abad Falciolince es una novela autobiografica, publicada en 2005, sobre su familia centrada especialmente en su padre, el Dr. Hector Abad Gomez, quien fue un importante médico especialista y pionero en Salud Publica en Medellin, Colombia entre los años 60 y finales de los 80 (hasta que la violencia de este pais lo asesino).



Pero, antes de nombrar entre las principales actividades que en vida promovió por el desarrollo de la Salud Publica en Colombia, una de las principales facetas que el autor describe de una forma tierna (y que en mi no dejó de inspirarme), sin dejar de lado la reflexion objetiva de su pensamiento y personalidad, fue su faceta como un padre amoroso y ejemplar, el cual fue una influencia determinante en el escritor y que retrata en los primeros capitulos del libro.     



Ya desde estudiante, Hector Abad Gomez mostro una apasionante inclinacion hacia la defensa de los derechos humanos y hacia el estudio de los estandares minimos para la preservacion de la salud y la prevencion de la enfermedad como lo era el establecimiento de fuentes de agua debidamente tratadas para el consumo humano, un sistema de alcantarillado y un plan de educacion comunitaria en normas basicas de higiene y prevencion  para la poblaciones marginadas de las comunas pobres de Medellin.

Asi empezó una serie de importantes labores de responsabilidad social en promocion del mejoramiento de los determinantes de la salud, del estimulo de la observacion critica de los condicionantes de la calidad de vida  y de la denuncia de la negligencia e ignorancia de las autoridades de turno frente a la problemática social vigente.

Fue un critico de la forma en que generalmente se ejercia y  se enseñaba la profesión médica en la epoca, debido a que no se tenia en cuenta al paciente como un ser integro constituido por una esfera biologica-organica, una mental-emocional y otra social-medio ambiental. A su pesar, observaba que los profesionales de ese tiempo se concentraban en la manifestacion clinica y el manejo sintomatico de la enfermedad, sin prestar una adecuada atencion a las diversas etiologias de dicha morbilidad, llevando a que no se crean planes eficaces de prevencion. A su vez, tenia en cuenta al fenomeno de la violencia, como un importante factor que afecta la salud y calidad de vida de la sociedad.


A lo largo de su carrera y como muchos hombres carismaticos, sabios e influyentes del pais (y diria de muchos ejemplos en el mundo), adquirió muchos criticos y adversarios, no solo desde el campo medico sino tambien en el politico y religioso, quienes se veian correctamente aludidos por sus denuncias y temerosos por la reproduccion de su ideologia progresista pues justamente iba en contra de sus intereses particulares y que buscaban callar por distintos medios, como la difamacion y las amenazas, hasta que finalmente lo lograron, por medio de extremistas, con su asesinato. 

En parte, en varias ocasiones debido a lo anterior y a una fuerte conviccion en sus ideales, el Dr.Abad Gomez llego a trabajar con la OMS como consultor medico internacional (sirviendole al tiempo como asilo temporal) en Washington, Lima y en diversos paises del oriente como Indonesia, Filipinas y Malasia donde pudo continuar sus labores en favor de grupos marginados.  Entre los proyectos en materia de salud que se le pueden atribuir, esta la creacion del año rural obligatorio para los medicos recien graduados, las llamadas “promotoras” rurales de salud” (compuesta por mujeres lideres comunitarias) y las primeras campañas masivas de vacunacion antipoliomielitica. Fundador de la Escuela Nacional de Salud Pública, hoy Facultad Nacional de Salud Pública, que lleva su nombre. Llego a ser conocido como el “Apostol de los derechos humanos” dedicandose en sus ultimos años al comité de derechos humanos de Antioquia.



Estos y otros interesantes aspectos de la vida del Dr. Hector Abad Gomez, su familia y la influencia que ejercio a rasgos generales en el clima social, politico y cultural de la historia nacional son los que descubriras en el relato que nos brinda su autor, en un relato desgarrador, apasionante y placentero, que en mi caso, dejo una marca inspiradora.


El pensamiento del protagonista de esta narracion, puede verse plasmado en parte, en la recopilacion de escritos que su hijo publicó en el libro titulado “Manual de Tolerancia”, en el que se aprecia una sabiduria admirable.







Sobre su autor:

Nació en Medellín, Colombia en 1958. En esta ciudad realizó estudios —todos inconclusos— de medicina, filosofía y periodismo. Después de ser expulsado de la Universidad Pontificia Bolivariana (por un artículo irreverente contra el Papa) viajó a Italia, donde se graduó en literaturas modernas. Regresó a Colombia en 1987, pero ese mismo año, después de que los paramilitares asesinaran a su padre y de recibir amenazas contra su vida, se refugió en Italia, donde fue lector de español hasta 1992. Nuevamente en Colombia, trabajó como traductor del italiano e inició su carrera de escritor. Ha publicado diversas novelas: Angosta (Seix Barral, 2004), Asuntos de un hidalgo disoluto (1994),Fragmentos de amor furtivo (1998) y Basura (2000), con la que obtuvo el Primer Premio de Narrativa Innovadora de la Casa de América de Madrid. Ha publicado además un libro de cuentos, Malos pensamientos (1991); de viajes, Oriente empieza en El Cairo (2001); un diccionario personal, Palabras sueltas (2002), y un libro de género incierto, Tratado de culinaria para mujeres tristes (1996). En noviembre del año 2006, publicó su libro más celebrado, El olvido que seremos, en donde revive la historia de su padre, el doctor Héctor Abad Gómez, y las circunstancias de su asesinato. Por este libro ha recibido premios en Lisboa y en Washington.Su obra ha sido traducida al inglés, italiano, alemán, portugués y griego. Actualmente es columnista y asesor editorial del diario El Espectador. Colabora también con El País de Madrid, el NZZ de Zurich, y otras publicaciones nacionales e internacionales.

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