martes, 24 de marzo de 2015

Los probióticos podrían ayudar a prevenirte los resfriados


Una revisión publicada recientemente de la base de datos de Cochrane sugiere que el consumo de probióticos disminuye la frecuencia de aparición de infecciones respiratorias altas y cuando estas se presentan, disminuir la duración de los síntomas.

Comúnmente, los probióticos son usados en función de regulación de la flora bacteriana normal de las diversas mucosas del organismo, en especial del tracto gastrointestinal. Se cree que las infecciones agudas (gastroenteritis) aparecen cuando la flora bacteriana intestinal sufre un desbalance. Parecido a lo que ocurre en otras mucosas como la ororinofaringea, el canal auditivo externo, conjuntival y vaginal en el caso de las mujeres. El mecanismo inmunitario (las defensas) está relacionado en el caso de las mucosas pues actúan similares células y anticuerpos (inmunoglobulina A y G) y eso explica porque ciertos cuadros gripales pueden verse acompañadas de síntomas gastroentericos y viceversa.



En este estudio metaanalisis se extrajo literatura de diversas bases de datos (en especial chinas) hasta Julio de 2014, de ensayos clínicos en donde se comparaba el consumo de probióticos (en alimentos basados en lácteos) con placebo para prevenir las infecciones respiratorias altas.


Se incluyeron 12 ensayos clínicos para metaanalisis en el que participaron 3720 personas incluyendo niños, adultos y ancianos. Se observó que el consumo de probióticos fueron mejores que el placebo en prevenir al menos un episodio de ITRA (OR 0.53; 95% CI: 0.37 a 0.76, P < 0.001) y al menos 3 episodios (OR 0.53; 95% CI 0.36 a 0.80, P = 0.002), reduciendo la media de duración de una ITRA en 2 días (95% CI -2.03 a -1.75, P < 0.001), reduciendo la tasa de prescripción antibiótica (OR 0.65; 95% CI 0.45 a 0.94, nivel de evidencia moderado) y ausencia escolar relacionado a resfriados (OR 0.10; 95% CI 0.02 a 0.47) la mayoría con nivel de evidencia bajo. Además se reportó que los efectos secundarios fueron mínimos. 



Es de recordar que la mayoría de efectos benéficos encontrados en los probióticos están relacionados con la regulación de la flora bacteriana intestinal que a su vez previene la colonización de bacterias patógenas causantes de diarrea infecciosa y la disentería, previniendo la diarrea asociada a antibioticos y observarse posibles usos en el síndrome de intestino irritable.




Fuente: Hao Q, Dong BR, Wu T. Probiotics for preventing acute upper respiratory tract infections. Cochrane Database of Systematic Reviews 2015, Issue 2. Art. No.: CD006895. DOI: 10.1002/14651858.CD006895.pub3.

viernes, 20 de marzo de 2015

Riesgo de suicido e intento de suicido o autoagresion y el uso de diferentes antidepresivos en personas entre los 20 y 64 años: Un estudio de cohortes de 12 años




Se sabe que cuando a una persona con trastorno depresivo no se le realiza el acompañamiento y manejo adecuado, aumenta el riesgo de autrogresion o intento suicida y de suicidio. Sin embargo se ha sugerido entre diferentes investigaciones que puede haber una diferencia en las tasas de suicidio e intentos suicidas respecto al tratamiento farmacologico antidepresivo.





Un estudio cohorte publicado recientemente tuvo como objetivo evaluar la asociacion entre diferentes tratamientos con antidepresivos y la tasa de suicidio e intentos de suicido o autolesiones en paciente con depresion.

Se observo una muestra de 238963 pacientes entre las edades de 20 y 64 años con diagnostico primario de depresion en un seguimiento cercano a poco mas de 12 años (Enero de 2000 a 1 Agosto de 2012) condensado en una base de datos de diferentes instituciones de cuidado primario en Gran Bretaña.


En el estudio se excluyeron pacientes con diagnostico anterior al inicio de la fecha del estudio con diagnostico de depresion o que tuvieran otra enfermedad mental de base (ej, Esquizofrenia, trastorno bipolar, otras psicosis) o que tomaran litio u otra droga antimaniaca, pacientes con intentos suicidas previos y que tuvieran prescripcion de algun antidepresivo antes del inicio de la observacion del cohorte.

Se tomaron en cuenta para el estudio la fecha de inicio de la prescripcion de antidepresivo, el tipo y dosis de antidepresivo, instrucciones de dosificacion y la cantidad de tabletas prescritas. Se agruparon los antodepresivos según las clases de clasificacion internacional en antidepresivos triciclicos (TCA), inhibidores selectivos de la recaptacion de serotonina (ISRR), inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) y otros antidepresivos.

En el estudio entre las caracteristicas de la poblacion la mayoria eran mujeres (61.1%), la media de edad fue de 39.5 años, se clasifico la severidad de la depresion mostrando que se distribuia en leve en un 71.1%, moderada en 24.8%, y severa  en un 3.6%. Entre los antideoresivos el mas prescrito fueron los inhibidores de la serotonina en un 71.3% (siendo el Citalopram el mas prescrito entre los antidepresivos y entre los IRSS), triciclicos en un 16% (Amitriptilina y Dosulepin en un 77.6% de esta categoria) y otros antideresivos (venlafaxina, mirtazapina) en un 12.7%. Los IMAO solo se prescribieron 0.05% por lo que se omitio en el analisis estadistico.


Durante los primeros 5 años de seguimiento ocurrieron 198 casos de suicidio con una incidencia calculada en 22 por cada 100000 (siendo mayor en hombres en una relacion de 4.7:1). Esta tasa de suicidios no difirió de forma significativa cuando se comparaban los periodos de tratamiento con ISRR y TCA, sin embargo si arrojaba una diferencia estadisticamente significante cuando estos se comparaban con el tratamiento con la categoria de otros antidepresivos (mirtazapina y venlafaxina) (2.64 veces mas con p <0.001). Mas especificamente entre los antidepresivos mas prescritos, el riesgo aumento significativamente para Mirtazapina comparado con Citalopram (3.70 veces con p<0.01), asi como con velafaxina con Citalopram (2.23 veces con p=0.02).


Respecto a la asociacion con el intento suicida o autoagresion, durante los primeros 5 años de seguimiento, se registraron 5243 casos con una tasa de incidencia de 613/100000 personas-año (737/100000 en hombres y 517/100000 en mujeres). Esta tasa de intento suicida no difirio significativamente entre los TCA con los ISRS pero si con otros antidepresivos (1.80 veces) o con prescripciones combinadas (2 veces). Incluso, en el analisis de la dosificacion, aumento el riesgo cuando se aumentaba el riesgo en todas las categorias de antidepresivos, siendo mas importante en la categoria de otros antidepresivos (p<0.001). De forma especifica entre los farmacos, la tasa de riesgo aumento significativamente para Venlafaxina (1.85, IC: 95%  1.61 a 2.13), Trazodona (1.73, 1.26 a 2.37) y Mirtazapina (1.70, 1.44 a 2.02).



Uno de los items importantes que se resaltaron en el estudio fueron las tasas de riesgo suicida y especialmente de intento suicida medidas con relacion al tiempo despues de iniciado el tratamiento antidepresivo, observandose que eran mas altos en los primeros 28 dias de inicio, en particular para la categoria de otros antidepresivos, asi como dentro de los 28 dias despues de suspendido el tratamiento. Lo anterior llama la atencion en que son en estos periodos donde se debe hacer una especial cuidado y vigilancia clinica de estos pacientes.

Link al estudio en cuestion:




Un fraterno saludo.

Efectos del bullying en la edad adulta

Posted: 11 Jul 2014 03:56 PM PDT





El reciente número de Julio de la revista americana de Psiquiatría abre un espacio especial para este fenómeno social (el acoso escolar o “bullying”) que cada vez adquiere más importancia precisamente por los efectos psíquicos y sociales que influyen sobre la víctima.

En este número los doctores Takizawa, Maughan y Arseneault, presentan el estudio cohorte Adult Health Outcomes of Childhood Bullying Victimization: Evidence From a Five-Decade Longitudinal British Birth Cohort, en el que evalúan los efectos de la victimización por bullying de la niñez en la edad media de la vida.


En este estudio se registró 7771 participantes, los cuales sus padres reportaron exposición al bullying en las edades de 7 y 11 años. Se les realizo revisiones de seguimiento entre las edades de 23 y 50 años. Las variables a valorar incluyeron tendencia suicida y diagnósticos de depresión, trastornos de ansiedad y dependencia al alcohol en la edad de 45 años; distress psicológico y salud general a los 23 y 50 años y funcionalidad cognitiva, estado socioeconómico, relaciones sociales y bienestar a los 50 años.





Ser acosado en la niñez fue asociado con ser hombre y tener padres con ocupaciones manuales, con baja participación de los padres y estar ubicados en instituciones públicas o de caridad, además de reportes retrospectivos de 2 o más adversidades en la niñez (tales como pobreza, problemas en la salud mental, con el alcohol o las drogas en los padres, conflicto familiar y abuso físico y/o sexual). Observaron que los participantes que sufrieron de bullying en la infancia tuvieron niveles incrementados de distress psicológico a las edades de 23 y 50 años. Los que frecuentemente fueron acosados presentaron mayores tasas de depresión, trastornos de ansiedad y suicidio en promedio en 2 veces más que sus pares no victimizadas. A la edad de 50 años, la victimización por bullying en la infancia fue asociado con carencia de relaciones sociales, dificultades económicas y pobre percepción de la calidad de vida.


Como conclusión, se demuestra en el estudio que los niños que se exponen al acoso escolar, especialmente en los que se da frecuentemente, están más en riesgo para un amplio rango de pobres desenlaces socioeconómicos y de salud 40 años después de la exposición. Estos resultados demuestran la importancia de implementar programar para reducir la exposición al acoso escolar en la niñez así como disminuir las consecuencias de este en el bienestar mental del afectado.



En la editorial de la revista además de hacer una aproximación al artículo en cuestión también se comenta la siguiente pregunta: ¿Cómo se puede ayudar al niño acosado?: “Ser acosado no es una enfermedad o desorden, sin embargo, es una exposición al cual ciertos infantes son más vulnerables que otros”, comentario que se resalta. Los estándares en salud pública que se implantan a la exposición generalmente se agrupan en 3 categorías: 1) Prevención primaria o universal: reducir áreas, lugares o situaciones en que las personas pueden ser expuestas, 2) Prevención secundaria o dirigida: Incrementar la resiliencia de los que se han expuestos y 3) Prevención terciaria o indicativa: Reducir el daño causado por la exposición. En la prevención primaria es la que (afortunadamente) se ha visto más progreso mediante varios tipos de programas escolares, aunque aún hay resultados irregulares. La prevención secundaria se demuestra en un artículo publicado por los investigadores del estudio actual, en el que observan que en un grupo de gemelos monocigoticos respecto a la exposición al bullying, el gemelo que recibió más acompañamiento parental tuvieron menos problemas de comportamiento. Y en la prevención terciaria de la enfermedad mental luego del bullying trata sobre preguntar a los pacientes y padres sobre acoso, intervenir si es necesario y tratar la ansiedad, depresión y en ocasiones las tendencias suicidas que el bullying puede causar.






Asimismo se resalta el desconocimiento o la falta de atención que se prestar al victimizador, el acosador, el “bully” por parte de la psiquiatría. Se sugiere que ser un “bully” y no una víctima aumenta la probabilidad de comportamientos delincuenciales y abuso de sustancias en el tiempo, sin embargo no se ha llegado a consensos claros en este tema que también merece su debido estudio, ya que también se considera en parte que estos sujetos también son víctimas.



Los links a los articulos en cuestion:



Editorial


Adult Health Outcomes of Childhood Bullying Victimization: Evidence From a Five-Decade Longitudinal British Birth Cohort


Un saludo.